“Muy contenta de estar en Caracas, la gente me recibe con mucho cariño, muchas entrevistas…” eran las primeras palabras de Natalia, en la rueda de prensa que ofreció el pasado miércoles a los medios. Visiblemente cansada pero con una sencillez y dulzura conmovedora, respondió a todas las preguntas con una sonrisa.
Con tan solo 29 años de edad cuenta con una gran trayectoria _ Natalia Lafourcade que es cantante, compositora, productora musical, diseñadora de moda, arreglista y actriz _ nos cuenta acerca de sus sueños, “siempre estoy sacando nuevas ideas, al igual que todo el tiempo me estoy inventando otra cosa. Para mí al hacer este nuevo proyecto, _la producción del disco “Mujer Divina”_ me imaginaba tocando en lugares, la gente coreando las canciones, divirtiéndose y pasándola bien y ahora estoy viviendo ese sueño”.
“Tengo muchos otros sueños, me gustaría darme un tiempo para estudiar artes plásticas o danza, para viajar. Pero ahora lo que más quiero es cantar en el escenario, es lo que más me gusta” dice.
Desde muy temprana edad la artista oriunda de Veracruz, México ha demostrado que la versatilidad es casi ilimitada, tomando clases de flauta, baile, pintura, teatro, piano, guitarra, saxofón y canto. Permitiéndose nuevas experiencias, como cuando interpreta sus canciones junto al ukulele; opina que “es un instrumento que no me deja complicarme; saco una canción con tres acordes y ya”.
La cantautora nos deleitará esta noche desde la Sala de conciertos de Centro Cultural B.O.D.-Corp Banca a las 8pm con su más reciente producción Mujer Divina – Homenaje a Agustín Lara que es el nombre de su cuarto álbum y primer álbum homenaje “para hacer que los jóvenes de hoy conozcan y reconozcan la grandeza del «El Flaco de Oro», dice Nat.
La compositora confesó estar enamorada de la música de nuestro Simón Díaz, por lo que hubo un primer contacto con la hija del cantautor, la periodista Betsimar Díaz, “pero no quiero adelantar nada”, dijo.
Natalia es una joven con una sensibilidad a flor de piel solo igualada a una madurez artística y espiritual, que como cualquier chica de su edad, hace uso de la tecnología y las redes sociales pero con un sentido reflexivo poco común.
“Las redes sociales son buenas y a veces dan resultado, como cuando voy a cantar a Japón y se enteran de mis conciertos a través del twitter. Me gusta cuando la gente me escribe después de un concierto, valora tu trabajo y te hace seguir adelante con ánimo, es lindo compartir. Pero tengo sentimientos encontrados con las redes, porque por un lado siento que a la música le ha dado muchas cosas lindas. La tecnología ayuda que se conozca los proyectos nuevos. Por lo menos en México ha ayudado a romper las barreras entre los géneros musicales, a la hora de presentarse diferentes grupos en un mismo festival, todos nos juntamos, nos apoyamos uno a otros sin rivalidades. Las redes apoyan las nuevas propuestas; pero el otro lado de las redes es que muchas veces genera una dependencia de estar todo el tiempo ahí. A veces estar pendientes de las redes sociales nos aíslan de la vida en sí”, concluye.
seryhumano.com / Yosmar Herrera @yosmarherrera
Fotos: Yosmar Herrera