Los usuarios tienen siempre la última palabra en cuanto al propósito de cada red social. O, al menos, la penúltima. Instagram, la red social de fotografía que nació en 2010 con la intención de darle un giro artístico (o vintage) a las fotografías que se toman desde los móviles, se ha convertido, poco a poco y espontáneamente, en un foro de imágenes de moda, donde las marcas se promocionan y los aficionados a este mundo se informan de las nuevas tendencias para inspirarse.
Si bien, cuando la red social anunció que ya contaba con 150 millones de usuarios activos mensuales, su directora de Operaciones de Negocio anunció que entre los planes de la red social se encontraba el de incluir anuncios, ahora su CEO y cofundador, Kevin Systrom, ha realizado un guiño a todas las marcas de moda que utilizan la red social como plataforma de marketing.
Lo ha hecho en la London Fashion Week, a la que ha asistido esta semana, en concreto, en una conversación ante los medios con la modelo y actriz británica Lily Cole. Durante el encuentro, Cole preguntó a Systrom por los límites entre el uso comercial y el artístico de las imágenes en su red social, y el CEO de Instagram indicó que no había que hablar de límites, sino de equilibrio entre ambos aspectos, según recoge «TechCrunch».
Instagram es «arte y negocio»
Instagram ya es utilizada como una plataforma gratuita de marketing por la gente del mundo de la moda, recordó Systrom, y tanto los diseñadores consagrados como los noveles la emplean para mostrar sus creaciones al mundo. El problema con el uso comercial solo existiría, piensa el empresario, «si Instagram estuviese lleno de propósitos comerciales y hubiese enlaces de ‘compre ahora’ por todas partes».
«Nunca habíamos pensado en Instagram como una plataforma comercial», señaló, «pero, de alguna manera, se está convirtiendo en eso para el mundo de la moda». De lo que se deduce que también está siendo así para los responsables de la red social. Systrom se refirió a las oportunidades comerciales que Instagram plantea, al hablar de todos los negocios que han empezado gracias a la red social, como la marca de patines y camisetas Strght Skateboards. Su compañía, aseguró, «inspira a los emprendedores».
«Ya he visto cómo, muchas veces, cuando una marca publica en su cuenta una foto de unos zapatos, hay 50 comentarios de gente que pregunta dónde los puede conseguir y en qué tallas y colores están disponibles», describió Systrom, que afirmó que eso es «fantástico», puesto que no solo tiene que ver con las imágenes, sino también “con la conversación». «Vivimos en un mundo de equilibrio entre el arte y el negocio. Instagram no es más que un reflejo de ello», sentenció.
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Fuente: TICBEAT.COM