El miedo y la ansiedad ante el ‘más allá’ no son los únicos sentimientos que puede despertar en nosotros la celebración de Halloween. Su abundante simbología también puede servir de fuente inspiración para alcanzar una mayor cuota de felicidad personal e iniciar cambios positivos, en estos días en los que nuestra sensibilidad está más despierta.
Esta es la idea que propone el psicólogo y psicoterapeuta Ricardo Ros (www.ricardoros.com), autor del ‘Método Stop a la Ansiedad’, en una entrevista.
«La festividad del 31 de octubre puede ser como un trampolín mental hacia una vida más plena y satisfactoria», matiza.
Disfraz, calabaza y «truco y trato»
Respecto de las máscaras, ¿cómo podemos quitarnos las «caretas psicológicas» que nos ponemos ante los demás?
Todas las personas no nos mostramos tal como somos y utilizamos disfraces porque somos simples y vulnerables. Si nos mostrásemos a la gente tal cual somos, ¿aguantaríamos el alto nivel de debilidad que nos conecta a la realidad en la que vivimos? Por eso, nuestra protección es mostrar caretas, para paliar el efecto de un posible rechazo.
El problema es que llegamos a creernos nuestras propias mentiras y perdemos todo sentido de la identidad, perdemos la autoestima.
Podemos deshacernos de nuestras máscaras, solo si verdaderamente lo deseamos y sentimos que ha llegado el momento de hacerlo. Para que caiga la fachada, lo indicado es tener la autoestima alta, reemplazando las ganancias secundarias que proporciona el disfraz psicológico por otras maneras de lograrlas. La autoestima no tiene que ver con los demás sino con la autoconciencia sobre nosotros mismos: es un estado de conciencia interno.
Inspirándonos en la calabaza con una luz dentro, ¿qué actitudes puede guiarnos e iluminar nuestro camino cuando estamos desorientados, bloqueados o desesperanzados?
No podemos superar una situación si no la admitimos. No podemos aceptar una parte de nuestro cuerpo cuya existencia rechazamos. No podemos curar un dolor del que huimos. No puedes cambiar algo de ti mismo si niegas que exista. ¿Qué sentimientos te cuesta aceptar? ¿Qué emociones consideras negativas? ¿Qué pensamientos tratas de negar? ¿Qué necesidades o deseos tienes eliminados? ¿Cómo puedes hoy aceptar todo eso?
En la interpretación de nuestro entorno, nuestras conductas, capacidades, creencias y valores tienen que estar de una forma coherente. Cuando nuestra conducta y valores están alineados, podemos salir adelante. Si no es así estamos bloqueados. A veces nos equivocamos. Si aprendemos de nuestra experiencia y aceptamos nuestra responsabilidad, podremos reconocer nuestro error y reparar el daño causado, a nosotros mismos o a los demás, y podremos cambiar de conducta en el presente y salir adelante.
Aprovechando el «truco o trato», ¿cuál es la mejor manera de plantear algo a una persona o negociar con ella cuando queremos obtener algo?
Cuando dos personas con distintas visiones del mundo y con distintos intereses convergen en un punto común se hace necesaria una negociación. Si solo una de las partes sale beneficiada, aunque en un primer momento pueda parecernos lo contrario, esa negociación no llegará a solucionar el problema.
Así pues, todas las partes deben sentirse beneficiadas por esa toma de decisiones común. Nadie debe salir derrotado. Debe existir una sensación general de que ese intercambio de opiniones y esa influencia recíproca han valido la pena. Es la estructura ganador-ganador.
Es decir «Yo cedo en esta ocasión, con el fin de que tú cedas en la próxima; yo cedo en este aspecto, a cambio de que tú lo hagas en este otro; compaginemos nuestras ambiciones con el fin de encontrar un punto de equilibrio, un punto medio donde todos podamos sentirnos a gusto».
En Halloween predominan los dulces: ¿cómo podemos «endulzar» nuestra propia existencia y la de quienes nos rodean?
Tenemos que volver a ser niños. Ellos viven el ahora. No piensan en el futuro y ni se acuerdan del pasado. Vivamos el presente, disfrutemos de nuestras familias, nuestros amigos, nuestros seres queridos. Llamemos a todos hoy mismo, quedemos con los amigos que tengamos olvidados y, sobre todo, démosles un «te quiero» o «te he echado de menos». Nos lo agradecerán y por ende lo agradeceremos.
¿Se trata entonces de ofrecer amor?
El amor es un sentimiento positivo que aporta salud y bienestar. No tiene que tratarse solamente de amor de pareja para que tenga esos beneficios, el amor entre familia o amigos tiene el mismo valor y es por eso que nunca hay que dejarlos de lado. Ya sea amor paternal, sexual o filial, su saludable efecto no varía, ya que en todos los casos alarga la vida fortaleciendo el sistema inmunológico de la persona que tiene la suerte de poseerlo.
Los ‘gatos negros’ pueden compararse con esos hechos inesperados que nos producen estrés y ansiedad: ¿cómo podemos afrontar estas situaciones y ver su lado favorable?
Para lograr la felicidad tenernos que ser responsable de nuestros actos. No sirve de nada poner excusas o evitar la responsabilidad. Hay que aprender a decirle sí a la vida. Siempre habrá algo negativo, pero en vez de concederle una importancia extra, hay que fijarse también en todas aquellas cosas positivas que ya hemos logrado, sin acomodarnos ni tampoco vivir en el futuro o en el pasado.
Para las personas con éxito, los cambios son posibilidades, en vez de trampas o problemas que les pone la vida. Tenemos que desarrollar nuestras capacidades y para ello aceptar y disfrutar de los nuevos desafíos y oportunidades.
Para obtener los mejores resultados posibles, debemos saber hacia dónde queremos dirigirnos. Hay que establecer unos objetivos muy claros que nos ayuden a alcanzar nuestra nueva meta y una vez alcanzada ponernos una nueva, siempre con inquietud pero viviendo el presente.
Tenemos que enriquecernos constantemente, seguir aprendiendo de nosotros mismos, de los demás y del mundo en general. Aprender es un placer, no un deber: es una forma de crecer que no deberíamos abandonar nunca, nunca se sabe suficiente.
Conjuros positivos
Para la Noche de Brujas, el doctor Ricardo Ros aconseja pronunciar algunos «conjuros», es decir frases o mensajes positivos para ahuyentar la tristeza y fomentar la alegría:
– «La alegría es el buen tiempo del corazón».
– «Es la inocencia la salud del alma, y es la salud del cuerpo la alegría» Campoamor
– «Se llama felicidad un concurso de circunstancias que permiten la alegría. Pero se llama alegría ese estado del ser que no necesita nada para sentirse feliz» André Gide
– «¿Me alumbra hoy el sol para que me preocupe del ayer o para que me esfuerce en conjeturar el mañana?»
Goethe
– «No hay alegría mejor que la que mejor alegría difunde entre los demás»
Henry M. Hoar
– «La alegría se encuentra en el fondo de todas las cosas; pero a cada uno le corresponde extraerla»
Marco Aurelio
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Fuente: vidayestilo.terra.com