OTRO DÍA…

Por Yosmar Herrera OTRO DÍA Abrió sus torpes ojos algo lagañosos aquella mañana, y lo sintió antes de enfocar la mirada y agudizar la audición. No había cantos de pajaritos, ni la hermosa vista a la ciudad a la que estaba acostumbrada; ¡ja!, esa habitación ni siquiera poseía ventanas. La alegría se quedó dormida, sumergida…