Eminente sabio del siglo XIX, venezolano de talla universal, se entregó en cuerpo y alma a trabajar por el bien y la grandeza de su país. Presidente de la República, (1835-1836), primer rector de la Universidad Central de Venezuela, médico a carta cabal, en cuyo honor y como una manera de perpetuar su memoria, los galenos venezolanos celebran su día.
Fue instaurada en 1955, durante una reunión celebrada en la sede de la Federación Médica Venezolana, en la que se aprobó por unanimidad la propuesta del doctor Ángel Bajares Lanza, de adoptar el 10 de marzo como Día del Médico Venezolano.
Considerado un innovador y renovador de los estudios de medicina en nuestro país, el doctor José María Vargas nació en La Guaira el 10 de marzo de 1786. Sus padres, don José Vargas Machuca y doña Teresa de Jesús Ponce, vista sus aptitudes para el estudio y su preocupación por el bienestar de sus semejantes se esmeraron por darle una buena educación, hasta el punto, que el joven egresa del Real Colegio Seminario Pontificio de Santa Rosa, con el título de bachiller en filosofía y letras, a la edad de 17 años y posteriormente obtiene el título de licenciado y doctorado en medicina en la Universidad Central de Venezuela, cuando sólo contaba 22 años de edad.
Una vez graduado viaja a la ciudad de Cumaná a ejercer su profesión, posteriormente regresa a su pueblo natal, donde tiene la oportunidad de poner en práctica sus conocimientos al salvar la vida a decenas de heridos sorprendidos por un violento terremoto de 1812.
Superada esta difícil, pero invalorable etapa, se marcha a Europa en busca de mayores conocimientos médicos y tras obtener el título de maestro del Real Colegio de los Cirujanos de Londres, retorna al país para dedicarse a dar clases en la Universidad Central de Venezuela, centro de estudios superiores que por sus aportes y méritos lo designa su primer rector.
Los más modernos conocimientos adquiridos en el viejo continente y su espíritu innovador lo impulsan, en 1827 a reformular los estudios de medicina existentes hasta entonces en el país. Su idea de dar a los venezolanos una asistencia médica acorde con los tiempos que corrían lo lleva a crear tres nuevas cátedras a la vez que inaugura las clínicas en los hospitales.
José María Vargas no sólo destacó en el campo de la medicina y la ciencia, sino también en la política, la cual lo llevó a ocupar cargos en el Congreso y la Presidencia de la República, cargo que abandona antes de cumplir su período desilusionado por las intrigas y las mentiras que se mueven en el entorno presidencial. Posteriormente, estuvo al frente de la Dirección General de Instrucción Pública, elaborando proyectos y reglamentos para establecer la educación primaria y mejorar la Academia de Pintura. Declinó el cargo de Plenipotenciario en Londres, para poder trabajar más activamente en favor de la instrucción pública. Murió en Nueva York el 13 de julio de 1854. Sus restos reposan actualmente en el Panteón Nacional. La tierra donde nació convertida en estado, lleva su nombre, y la masonería venezolana, aún le rinde homenaje, por su acción cultural para impulsar el progreso de Venezuela.
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