Antes de instalar un calentador solar de uso doméstico o un sistema de paneles fotovoltaicos que transformen la radiación solar en energía eléctrica, se debe considerar la cantidad y la calidad de la radiación solar que llega para usarla de manera eficiente.
Por ello, el doctor Mauro Valdés Barrón, coordinador de la Sección de Radiación Solar del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, encabeza un proyecto para calibrar las estaciones en tierra del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) que miden la radiación solar en México, además de desarrollar modelos de medición que tomen en cuenta diferentes factores que interactúan con ella en su recorrido por la atmósfera.
Entre los agentes que influyen en la cantidad y calidad de la radiación solar se encuentran las nubes, los gases, la contaminación y los aerosoles atmosféricos o partículas suspendidas, que constituyen un factor importante de interferencia, ya que la radiación solar puede ser absorbida, reflejada o dispersada.
En 2012 el investigador y su equipo calibraron 48 de las 133 Estaciones Meteorológicas Automáticas (EMA’s), a las cuales los especialistas deben regresar cada año para cambiar los equipos de medición y garantizar la confiabilidad de los datos obtenidos.
Los equipos que se intercambiaron en las EMA`s son los piranómetros, conformados por una termopila solar y utilizados en la medición de la radiación que llega de cualquier parte del hemisferio (global).
La información de las estaciones meteorológicas permite identificar las zonas interesantes para el aprovechamiento de la energía solar y posteriormente se deben hacer mediciones en el sitio con el objetivo de determinar la factibilidad de instalación de alguna de las tecnologías solares existentes.
Uno de los objetivos del doctor Mauro Valdés, es crear una base de datos acerca de la cantidad de la radiación solar global por kilómetro cuadrado en México, de esta manera se podría calcular la energía potencial.
Esta idea dio origen a otro proyecto titulado “Inventario nacional del recurso solar”, en el que se propone incluir otros parámetros de medición como radiación solar difusa y directa, luminosidad, radiación ultravioleta, profundidad óptica del aerosol y la radiación solar en planos inclinados.
Lo primero que se hizo fue un mapa regional del país, de acuerdo al suelo, la vegetación, la nubosidad, el clima, la precipitación, la geología y el albedo, que se refiere a los cuerpos con capacidad de reflejar la radiación solar como es el caso de las nubes, el agua o el hielo.
Bajo dichos criterios se obtuvieron seis clasificaciones del territorio nacional, “aunque una zona boscosa y una selva estén dentro de una misma categoría en nuestro mapa, sabemos que no son lo mismo, por lo que existirá una estación en cada una de estas categorías, teniendo una cobertura nacional con no más de 17 estaciones”, explicó el investigador.
De lograrse esta base de datos, no sólo sabríamos cuáles son las posibles zonas para el aprovechamiento de la energía solar, sino también qué tipo de tecnología es factible utilizar.
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Fuente: zonafranca.mx