Este hermoso óleo sobre lienzo fue pintado cuando Tiziano (Tiziano Vecellio, 1485-1576) aún no tenía cuarenta años, Baco y Ariadna fue un encargo de Alfonso d’Este para una serie de lienzos destinada a su castillo de Ferrara. La intención original de Alfonso era imitar una antigua galería de pinturas descrita por Filóstrato en Imagines.
Al principio encomendó los cuadros a Fray Bartolomeo y a Rafael, pero ambos murieron antes de su entrega, y el encargo acabó en manos de Tiziano.
El tema de la pintura mezcla dos fuentes literarias. Catulo suministró la descripción de la heroína abandonada y su búsqueda por Baco, y Ovidio la del encuentro propiamente dicho entre personajes mitológicos.
Este momento de unión decisivo entre dos seres que se aman, así como los mundos muy alejados que representan, está plasmado mediante el uso del color. Tiziano recurre a una potente diagonal que cruza toda la escena, partiendo del recipiente de bronce de la esquina inferior izquierda, y que al subir divide literalmente los dos ámbitos. La parte superior del lado izquierdo se caracteriza por el azul y el blanco del cielo, mientras que la parte inferior del lado derecho está dominada por colores terrosos y rústicos, reflejo de los placeres de la bacanal. (Sileno, ebrio y caído en el lomo de su burro, atestigua tales excesos.)
La fusión de movimientos, energía e imaginación permite a Tiziano infundir una nitidez casi alucinatoria al momento en que se encuentran los amantes, creando una escena que a la vez que seduce por su realismo mágico exalta al máximo el empleo magistral de la paleta cromática.
Pintado entre 1520 – 1523 y se encuentra expuesto en la actualidad en la Galería Nacional de Londres.
seryhumano.com / Craig Staff