La velocidad a la que la tecnología se impone en nuestras vidas nos obliga a reinventar los métodos de trabajo. En la edición de Real Economy, visitamos Alemania donde el gobierno ha lanzado un gran debate sobre el empleo del futuro. En la fábrica de Audi, situada al norte de Munich, el futuro ya ha desembarcado dejando una producción altamente automatizada. La comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen, habla de los esfuerzo de la Comisión Europea en esta materia en el marco del “pilar europeo de los derechos sociales”.
Sin duda la tecnología simplifica nuestra vida en un mundo en continuo movimiento. La automatización disminuye los costes de la producción pero nos enfrenta también a una pregunta crucial: ¿acabarán los robots por hacer nuestro trabajo? ¿Cómo podremos contribuir a nuestra sociedad y economía?
Desde el inicio de la Revolución Industrial en el siglo XVII ha habido una progresión constante en la forma en la que trabajamos; desde la preocupación inicial por la pérdida de trabajos, pasamos a la automatización, la producción de masas, el incremento en la demanda global y por tanto la creación de empleo y aumento de las clases medias.
Un 9% de los trabajos serán automatizados
Para hacer su trabajo 7 de cada 10 trabajadores en Europa necesita conocimientos digitales Pero 1 de cada 3 no los posee, “la mitad de los europeos en empleos de baja cualificación no utiliza para nada la tecnología.”
Según la OCDE, se espera que el 9% de los trabajos del mundo desarrollado se automaticen, 1 de cada 4 empleos se reconvertirá en digital empujados por el esperado crecimiento de la productividad gracias a la automatización y los robots. Pero 4 de cada 10 empresas no encuentra trabajadores con la cualificación necesaria para ocupar los puestos creados
Acabar con este déficit es vital para los 4 millones de jóvenes desempleados en Europa y aquellos que trabajan media jornada ya que tienen pocas oportunidades de adquirir nuevos conocimientos comparados con los que trabajan a tiempo completo. Los estudios demuestran que los que no tienen conocimientos digitales ganan un 8% menos por hora. El mayor riesgo de perder trabajos por causa de la tecnología se concentra en los países donde no han invertido en ello en el pasado.
Alemania inventa el trabajo del futuro
El gobierno federal alemán ha presentado un libro blanco titulado Trabajo 4.0. Un documento que aúna diversas propuestas sobre el trabajo, los perfiles laborales o la negociación colectiva porque la tecnología no espera a nadie…
Como explica al reportero Damon Embling, en un contexto de automatización creciente, Berlin intenta responder a las necesidades de la población activa del
mañana, más flexibilidad y más opciones de elección lejos de los horarios convencionales.
La fábrica de Audi al norte de Munich, produce unos 600,000 coches nuevos se fabrican aquí cada año, cada carcasa es creada por 1.000 robots diferentes. La tecnología no cesa. Se espera más digitalización, realidad virtual e impresión 3D en metal. Pero la compañía asegura que no prescindirá de sus 44.000 empleados en la planta. Jochen Haberland, vicepresidente de Recursos Humanos de Audi explica que “habrá grandes cambios en la naturaleza del trabajo pero al final necesitaremos a nuestros empleados como ahora”.
Descubrimos las plataformas inventadas una start-up que aunque se desplazan a paso de tortuga podrían ayudar a aumentar más la productividad a diferencia de las líneas de producción clásicas.
Fabian Rusitschka, director de Arculus start-up: “Imagine que tiene un gran centro comercial con 50 tiendas diferentes, mientras que un ensamblaje normal le llevaría a las 50 tiendas, el nuestro solo le llevará a aquellas de las cuales necesite algo, ¡acabaría mucho antes!”
En medio de esta transformación, la estrategia “Trabajo 4.0” alemana habla de un nuevo “compromiso social” en el todo el sector industrial. El fabricante automovilístico ve positiva la conciliación laboral y familiar para el negocio y la lealtad. Jochen Haberland, vicepresidente de Recursos Humanos de Audi: “Los trabajos ya están digitalizados sobre todo en las oficinas. Hemos implementado también el ‘teletrabajo’. Además estamos introduciendo horarios flexibles como parte de un proyecto piloto”
Los expertos en economía creen que el cambio social será revolucionario. Mientras, lidiamos con una vida cada vez más frenética… Patrick Heitmeyer, consultor independiente: “No creo que todo el mundo esté preparado todavía, es una transición lenta. Pero mientras se acelerará a medida que la tecnología siga avanzando y vayamos tomando conciencia. Va a ser un factor de cambio y va a ser fantástico”.
Los beneficios de productividad gracias la tecnología son claros. El reto para las empresas es asegurar que sus empleados tengan mayores conocimientos, y que permanezcan con ellos gracias a ese “compromiso social”, como explica la comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen en esta entrevista.
Maithreyi: La robótica, la inteligencia artificial despiertan el temor de que se van agravar las desigualdades económicas. ¿Cómo prevenirlo?
Thyssen: “Debemos asegurarnos de que los trabajadores tiene buenas condiciones también en esta nueva era digital. La gente que trabaja para plataformas, ¿son trabajadores? ¿quién los protege? ¿Son autónomos? No está claro. Y nosotros debemos asegurarnos de que todo el mundo esté incluido en el sistema de seguridad social, que tengan un plan para contribuir con el sistema por el cual tienen derecho a ciertos beneficios y cumplen sus obligaciones”.
Maithreyi: ¿Qué cambios estructurales cree que son necesarios?
Thyssen : “Estamos preparándonos para el lanzamiento del pilar de los derechos sociales, con algunos principios y valores que pueden servir como marco de referencia. Un marco de referencia para proteger la actividad de las políticas nacionales del mercado social y laboral pero también la política europea”.
Maithreyi: ¿Dónde está la dificultad y cómo superarla?
Thyssen: “Soy empleadora y trabajadora, soy empleador y autónomo. Sabemos dónde estamos y a qué categoría pertenecemos pero ahora hay nuevas formas de trabajo y tenemos que definirlas para darles un lugar en nuestro sistema de protección social, en nuestro sistema económico. Para esto es necesaria la reorganización de las estructuras de los estados miembro y para ello podemos ayudar desde Europa”.
Maithreyi: ¿Sobre quién recae la responsabilidad en esta preparación para el futuro? ¿En nosotros como individuos, en los gobiernos, los políticos, los empresarios?
Thyssen: “¡La responsabilidad es de todos! Debemos adaptarnos y debemos tomar nuestra propia responsabilidad pero depende de los políticos, aquellos que tienen responsabilidad política para crear el entorno que lo haga posible”.
seryhumano.com / Damon Embling