Tras más de 15 meses de hype tremendo, unas campañas promocionales gloriosas y una espera que se ha hecho eterna, la serie se ha lanzado este viernes en bloque, para que millones de personas hagan el maratón de turno.
Son nueve capítulos, por lo que muchos (y no es broma), se habrán cogido el día, fingido estar enfermos o, directamente, lo han visto en el trabajo. No está bien pero, amigos, es Stranger Things 2. Quien espere mucho se puede zampar un spoiler en el sitio menos esperado, por lo que toca binge watching sideral.
Y no sólo la posibilidad de los spoilers provoca una ansiedad incontrolable a los fans de la serie. Si el hype ya era alto antes del estreno, éste se ha disparado a niveles desconocidos tras los primeros visionados de la temporada.
De momento, mayoría absoluta clara de comentarios positivos. El regreso de Stranger Things está siendo más que satisfactorio para quienes han podido ver algún capítulo.
Entre los elementos que destacan los espectadores, está el hecho de dar protagonismo a los personajes adultos y, sobre todo, mostrar más cosas del pasado de Eleven. La joven tardará en unirse al resto de protagonistas, mientras la serie explora los orígenes de sus poderes. Un giro aplaudido y esperado.
Entre lo negativo, la forzada relación entre Jonathan y Nancy, que busca más contentar al fandom que ofrecer una trama digna de esta temporada. Tampoco queda muy claro qué pinta Max, uno de los nuevos personajes en la historia. No obstante, habrá que ver cómo se desarrolla la temporada y hacer un balance completo cuando la terminemos.
De momento, pinta pero que muy bien todo.
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