Hace unas pocas décadas, el reto primordial de los padres consistía en que sus hijos lograran la independencia lo antes posible. Viajes con la escuela o trasladarse a otro estado o al extranjero, para hacer la carrera eran el plan de cada día. Costaba pero merecía la pena. Sin embargo, ahora eso ha cambiado.
Según The New York Time, se habla ya de “la Generación a Ninguna Parte”, o lo que es lo mismo, de esos jóvenes adultos (entre los veinte y los treinta años) que se quedan en su país, en su estado de origen…y en su casa.
Con respecto a los años ochenta, existe un 40% menos de probabilidad que se muden a otra ciudad, y los veinteañeros que han desistido en cuanto a abandonar el nido son hoy el doble.
Sea por la crisis o por la apatía juvenil, las necesidades también han cambiado. No buscan una vida lejos de casa: se quedan.
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Fuente: nytimes.com