Sonidos del Ser

La pieza de Verdi «Luisa Miller«, rara vez interpretada, ilumina la Metropolitan Opera de Nueva York con un elenco sensacional.

El tenor Plácido Domingo, quien esta ocasión hace de barítono, asume el papel de padre:

«Desde que cantaba de tenor siempre he admirado al compositor en toda su obra, por esa increíble música que nos ha brindado para ser cantada , y siempre me decía: ‘Oh dios mío, pero si también trata bien al barítono’. Y ahora es cuando disfruto también de lo que escribió para el barítono«.

«Yo venía de un gran papel de diva como Tosca y Luisa me parecía muy inocente, demasiado. Luego, poco a poco, empecé a quererla y a adaptar la voz«, explica Sonya Yoncheva, soprano

La ópera marca un momento de transición en la carrera de Verdi y es vista como una puerta de entrada a sus obras posteriores como «Rigoletto» o «La Traviata».

«Esto está muy bien pensado desde el punto de vista psicológico y dramático. Verdi era realmente un hombre de teatro. No sólo componía y se le ocurría algo, sino que su música siempre servía al teatro«, comenta Piotr Beczala, tenor.

«Luisa Miller» se centra, como en otras muchas obras de Verdi, en el vínculo entre un padre y su hija, desgarrados por un amor imposible.

«Casi siempre es la historia de un triángulo amoroso, el de una mujer, su amante y el padre que asume un papel protector. La mayoría de las veces tienen una relación emociona muy fuerte«, añade Piotr Beczala.

«Desafortunadamente fue un hecho real, Verdi perdió a su esposa y a sus dos hijos. Una de las músicas más sensibles es entre el padre y la hija. Lo oímos en Rigoletto, en Simon Boccanegra, aquí en Luisa Miller«, nos detalla Plácido.

«Acepta totalmente la muerte como un nuevo nivel del amor. Ella se convenció a sí misma y a su amor Rodolfo de que está bien, moriremos, pero esta es la única manera de que estemos juntos«, dice Sonya.

seryhumano.com / Katharina Rabillon

Tomado de Euronews