Nuestro amado Señor gracias por este nuevo día, gracias por tus preciosas promesas de protección que hoy nos dicen: “Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás.” (Salmo 32:7).
Queremos estar contigo, tú eres nuestro único lugar seguro, hoy nos proponemos ir a Ti, abrigarnos bajo la sombra de tus alas, disfrutar de tu protección y de tu cuidado.
Sabemos que esto implica estar dispuestos a obedecer tus consejos y a confiar en Ti, y lo estamos. Nunca buscaremos otros brazos aparte de los tuyos. Nunca sacrificaremos nuestra seguridad por nuestra terquedad, al creer que podemos cuidarnos mejor que como nos cuidas Tú.
Te rogamos por el mundo; por favor escucha nuestro clamor; atiende a nuestras oraciones, clamaremos a Ti cuando nuestros corazones desmayen. Habitaremos en tu tabernáculo para siempre, y siempre nos refugiemos al amparo de tus alas.
Padre ten misericordia de nosotros tus hijos, ayudanos pronto Papá Dios, perdónanos y límpianos de lo que no conviene en el precioso y poderoso nombre de Jesús de Nazaret.
Gracias Amén y Amén.
DIOS TE BENDIGA.
seyhumano.com / Linda Kiklikian
