Se imagina usted que algún día pudiese decirle algo así a su doctor. ¿Contradecirle su diagnóstico, aún corriendo el riesgo de estar jugando con su vida?
Nooo, jamás. El doctor es el doctor. Él estudió eso. Además tiene años trabajando en la clínica y ha visto miles de pacientes, es decir, tiene experiencia. Si el doctor dice que tengo apendicitis, pues tengo apendicitis.
Y si el abogado me informa que va a interponer un recurso de Habeas Corpus para mi caso, ¿quién soy yo para discutirle? Acaso no lo contraté para que me asesorara. ¿Qué sé yo de derecho? Él es quien sabe.
El ingeniero me dice que va a colocar tubos cada metro y medio para la estructura. Me ordena que compre 100 tubos de 4 pulgadas. Por supuesto que los compraré. Los 100 completos… y de 4 pulgadas. Ni de broma se me ocurre decirle que por qué no los “espacea” un poco para ahorrarme unos realitos. Qué pena con ese ingeniero.
Y luego viene mi asesor de publicidad con una campaña completa que le pedí. Me gusta la idea… pero a mí se me había ocurrido algo el otro día en la playa con mi cuñado que me gustaría poner en el comercial. En el aviso quedaría espectacular mi hija de 13 años-
“Ella tiene frenillos y es gordita pero creo que tú puedes hacer que luzca como la modelo esa que me propones. Total, le metes Photoshop y listo. Es que ella está de cumpleaños y quiero regalarle eso. Ahhh, y esas radios que me propones sé que son buenas, pero mi compadre tiene un programa hípico los sábados en la TIRAMEALGO FM. Él sabe mucho de radio y me está haciendo un plan. Déjame el tuyo para verlo con él. Y el logotipo si me gusta pero quiero que veas este que hizo mi sobrino. No, él no es diseñador pero el otro domingo se puso a jugar con la computadora y me hizo éste. Esta bueno, ¿verdad? Y gratis. Estoy pensando a ver si me hace la página web también…”
¿POR QUÉ SERÁ QUE PASA ESTO?
¿Por qué hay profesiones que son muy respetadas, y otras, como la del publicista o profesional del mercadeo, que pareciera que están en una constante invitación a participar en una especie de “vete tú” comunitario?
O es que acaso el mercadeo, la publicidad, no son profesiones, sino apenas un oficio más o menos bien remunerado.
O será que los Clientes han tenido experiencias tan malas con sus asesores, quienes no han sabido (o no han podido) demostrarles sus conocimientos y experiencia, que al final les han hecho creer que todo esto del mercadeo es muy fácil y que se permite casi que un “Hágalo Usted Mismo”. Yo estoy con esta última.
Pero cualesquiera sean las causas, las consecuencias siempre son las mismas. Una mala campaña publicitaria. Mala en la estrategia inicial, mala en la creación, mala en la ejecución, mala en la exposición… mala en los resultados.
¿Y por qué? Simplemente intervinieron los NO Expertos. Los inexpertos. Los que no tienen experiencia, ni conocimientos. En los hospitales, a los doctores recién graduados los ponen a ver, a observar cómo lo hacen los médicos expertos. NO tocan nada.
En los bufetes de abogados, a los recién graduados los ponen a redactar, llevar y traer documentos y a observar como lo hacen los abogados expertos de la firma. Mirones de palo, pues. Porque si no, alguien puede salir lastimado, preso o demandado. Así suele suceder en todos los órdenes de la vida… Menos en la publicidad.
En la publicidad, afortunadamente, no hay víctimas mortales ni lesionados. Sólo marcas perdedoras y empresas quebradas. Piénselo bien. A lo mejor si tiene apendicitis.
seryhumano.com / Manuel Aceituno