“…y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”
Hernán, conocido por su actitud agnóstica, discutía fervientemente con su amigo Javier, un cristiano convencido. De pronto Hernán le dice con un tono de burla y enojado: “ustedes solo creen en un mito y les han metido en la cabeza de creer en un ser que nunca ha existido.”
Que tristeza causa ver, como nuestro mundo camina tan lejos de Dios; y no solo eso, sino con qué indiferencia y rebeldía, rehúsa buscar a Dios, teniendo su corazón obscurecido y endurecido, insiste en vivir su vida a su antojo y manera de ser, llenos de autosuficiencia, orgullo y vanidad.
La palabra de Dios revelada al hombre, la Biblia, nos enseña: “Buscad a Jehová, mientras pueda ser hallado, llamadle mientras Él está cercano, deje el pecador impío su camino, y el hombre inicuo (malo) sus pensamientos; y vuélvase a Jehová; el cual tendrá de él misericordia, y será amplio en perdonar” (Isaías 53:6-7)
Entonces, podemos afirmar que Cristo está vigente, que Su “Gracia” redentora, no ha sido quitada de este mundo y que aún hay esperanza, por lo que es necesario aferrarse al amparo de este Dios maravilloso, lo que garantiza que tenemos la seguridad que no estaremos solos jamás.
No olvidemos Su invitación en buscarle hoy, no mañana, porque el mañana no nos pertenece; siente Su presencia, de día y de noche, en sombras o en la luz, en cualquier rincón del mundo.
Él nos cubre, Su palabra lo afirma, “El que habita al abrigo del Altísimo, morará seguro bajo la sombra del Omnipotente.” (Salmos 91:1)
Diariamente busquemos la buena compañía de Dios
seryhumano.com / Carlos Pacheco Barra
Fuente: Alimento para el Alma
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