Los principios que hay que aplicar con sentido común y adaptándolos a las circunstancias.
Principio 1. Regalar dinero podría implicar cierta frialdad o prepotencia
Ojo, porque hay personas que agradecerán mucho que les regales dinero, pero a menos que sea un familiar, hay estudios que muestran que si le regalas dinero a un adulto –no a un niño- dificultas el sentimiento de intimidad y marcas diferencias de estatus social.
Principio 2. ¿Cómo sé si voy a acertar al regalar algo?
Muy sencillo, la prueba del algodón de un regalo podría ser ésta: “Si no quieres ver la cara que pone el otro al abrir su regalo, no se lo regales”. Asegúrate de que lo que le des te llena de orgullo. Si te diese vergüenza imaginar su cara al abrir el regalo, te estás equivocando. Seguro.
Principio 3. Una promesa no es un regalo
Es sólo una promesa, algo que queda por cumplir.
Principio 4. Antes de regalar, no preguntes. Piensa
Si preguntas al otro qué quiere le va a sentar mal, porque parece que no te molestas en pensar cómo sorprenderle y agasajarle. Así que no preguntes, piensa.
Principio 5. Si te preguntan qué quieres que te regalen y decides contestar, di la verdad.
Expresa bien tus deseos. Si el otro se siente incómodo, no debía haberte preguntado.
Principio 6. Piénsatelo bien antes de regalar algo que sugiera que crees que tu pareja no es perfecta
Maquinitas para hacer ejercicio, pinzas para sacar los pelos de la nariz, cremas antiarrugas y libros de auto-ayuda titulados Cómo dejar de ser desagradable y neurótico en tres semanas… Entrañan algunos riesgos para la armonía íntima.
Principio 7. Piénsatelo bien antes de regalar algo que tú disfrutes más que tu pareja
¿Es casualidad o es que se trata de un regalo que te haces a ti mismo?
Principio 8. Un regalo no tiene por qué ser un objeto, puede ser una buena experiencia que genere memorias agradables
Una excursión, una visita a algún sitio que a ella o él le apetece, un viaje, una fiesta sorpresa, un recordatorio de alguna fecha especial… Regalar buenas experiencias es un excelente regalo, uno de los mejores, porque nos deja para siempre buenos recuerdos que nos harán más fuertes frente a los baches y dificultades que pueda traer el futuro.
seryhumano.com / Elsa Punset
Fuente: Una mochila para el universo