Cuando hablamos en El Hormiguero (programa de televisión en España) de qué se puede hacer para tener una buena primera cita, nos sorprendió la cantidad de personas que nos pidieron que habláramos de lo contrario, de lo que pasa cuando hay desamor. Y es que el desamor es una experiencia universal. En un estudio se calculó que el 99 por ciento de las personas pasan por ella al menos una vez a lo largo de sus vidas. Sospecho que el 1 por ciento que lo haya podido evitar será porque se ha encerrado en casa y por si acaso no ha querido tener ni un gato para no encariñarse…
- ¿Y por qué es tan inevitable el desamor?
¿Por qué hay que sufrir? Parece un poco irracional, pero ya sabemos que cuando estamos intensamente enamorados se activan las mismas áreas del cerebro que se activan cuando ganas mucho dinero o tomas cocaína. En definitiva, que el enamoramiento se parece a una adicción en toda regla: generas buenas dosis de norepinefrina, de dopamina, de serotonina, de testosterona también, ya que se mezcla el deseo… Es la química del bienestar y ya sabemos que el cerebro cuando está a gusto no es razonable, sino que te pide más y más…
- ¿El amor es una droga y luego van y te lo quitan?
Más o menos. Cuando te quitan el amor surgen efectos secundarios que te pueden causar mucho estrés emocional y depresión. Algunos son suaves, como el subidón de dopamina, el mismo por cierto que sentiste cuando te enamoraste; y, como entonces, puede que ya no te interese tanto la comida, que es lo que suele pasar al principio y al final de una relación.
- ¿Y qué otros síntomas me van a dar?
Hay síntomas del desamor que son muy pesados. El desamor, por ejemplo, puede doler físicamente. ¿Por qué? Porque el dolor físico es la respuesta del cuerpo a los problemas externos, una señal de alarma que se dispara por cualquier amenaza física o emocional. De hecho, la zona del cerebro que procesa el dolor físico también se encarga de procesar el dolor emocional, y se activa ante cualquiera de los dos. Esto les pasa a menudo a las personas que están deprimidas. Incluso las zonas implicadas en el dolor físico –las que hace estremecerse a alguien cuando recibe una patada o un puñetazo- también se activan en esta etapa. El desamor duele, literalmente. Más aún: dejar el desamor atrás es como dejar algo a lo que eras adicto: algunos experimentos basados en imágenes y resonancias magnéticas han demostrado que las áreas del cerebro que funcionan durante el desamor también están en aquellos pacientes que tratan de desengancharse de la cocaína o los opioides.
- ¿El dolor emocional es un peligro para la salud?
¿Sabías que el desamor se asocia a una expectativa de vida más corta? Hay investigaciones que demuestran que las personas que tienen vidas de pareja infelices tienen un 50 por ciento más de probabilidades de sufrir un ataque al corazón y de tener enfermedades crónicas como migrañas… También han comprobado lo contrario: que cuanta más capacidad de superar obstáculos muestran las personas, más posibilidades tienen de vivir vidas felices y largas.
- ¿Es mejor no enamorarse?
El enamoramiento es un proceso intenso, pero muy útil de cara a la transformación y al aprendizaje personal. Es el momento, tal vez uno de los pocos, en el que logras hacerte vulnerable y por tanto abierto al cambio. Se ha comprobado incluso en el cerebro, que, según el neurólogo Norman Doidge, en esa etapa se vuelve más maleable, más abierto al cambio. ¿Cómo te vas a perder este regalo de la vida? Es mejor aprender a gestionarlo.
- ¿Cómo puedo gestionar los síntomas del desamor?
Puedes evitar obsesionarte. Sabemos que estar obsesionado con otra persona hace muy difícil que puedas superar el desamor. Fíjate que tras el abandono ocurre un fenómeno curioso conocido en psicología como “la atracción de la frustración”, que consiste en que la persona que sufre desamor vuelve a sentir por su ex una pasión que no tenía al final de la relación amorosa. Por tanto, tienes que entrenarte para ir dejando la obsesión atrás poco a poco, como si fuese gimnasia emocional. Así irá cambiando tu adicción cerebral y podrás desengancharte.
- ¿Y esto cuánto dura?
Es complicado hablar de tiempos, aunque algunos expertos hablan de entre tres meses y tres años. Una buena noticia es que para muchos el desamor asusta de entrada pero no duele tanto ni tanto tiempo como tememos. Hay estudios que lo ratifican una y otra vez. Y cuando haya pasado un tiempo de la ruptura, regálate algo bonito para celebrar lo bien que lo estás llevando. Ahora eres una versión mejorada de ti mismo: eres más fuerte y más sabio.
seryhumano.com / Elsa Punset