Es probable que la mayor parte de los problemas por los que pasamos las personas, y quizá los que más dolorosamente nos marcan, sean precisamente problemas de relación con otras personas.
Algunos quizá poseen una gran capacidad de relación en su vida profesional, y son altamente estimados y respetados en su trabajo, al que dedican todo el tiempo del mundo, pero está muy deteriorada su relación con su mujer o su marido, o con sus hijos.
En muchas empresas y organizaciones, cuando llegamos a conocerlas de cerca, advertimos que los problemas más graves también suelen provenir de dificultades de relación entre sus máximos responsables, o de ellos con el resto de los integrantes de la entidad.
Lo malo es que, tanto en unos casos como en otros, cuando comprueban que se ha deteriorado su relación con otra u otras personas, muchas veces, en vez de esforzarse por mejorarla, buscan refugio en otros ámbitos de su vida, o en otras relaciones, eludiendo así la grave necesidad de reconstruirlas. De este modo, los problemas se cronifican y son cada vez más difíciles de resolver.
Muchos expertos en relaciones humanas han recurrido, a la hora de abordar estas cuestiones, al símil de la cuenta bancaria emocional.
¿Sabes lo que es una cuenta bancaria emocional?
La cuenta bancaria emocional, es un símil de la confianza incorporada de una relación. Es un sentimiento de seguridad que tenemos respecto de otro ser humano. El Dr. Stephen Covey, estableció una comparación entre las cuentas bancarias y las cuentas bancarias emocionales.
Covey nos explicaba que todas las personas tenemos una cuenta bancaria emocional y nosotros con nuestros actos efectuamos depósitos o retiros en dicha cuenta. En la medida en que valoras al otro, haces elogios sinceros, tienes actos de amabilidad, demuestras compasión, escuchas al otro con empatía, valoras las diferencias y las respetas, haces saber a las personas que amamos que son importantes para nosotros, entre otras, hace que esa cuenta bancaria emocional crezca en depósitos emocionales.
En cambio cuando discutimos, nos acaloramos y ofendemos, descalificamos, criticamos destructivamente al otro, estamos pendientes de hallar fallas en el comportamiento del otro y nos olvidamos de lo bueno, estos se constituirán en retiros bancarios emocionales, y puede llegar al punto en que es tanto el deterioro de la relación que la cuenta este completamente sobregirada y se produce metafórica y literalmente un cierre de la misma en la institución bancaria emocional del ser agredido, pudiendo llegar a la ruptura de dicha relación de modo irreversible.
Si aumento mis depósitos en una cuenta bancaria emocional de la que hago a otra persona depositario, mediante la cortesía, la bondad, la honestidad, y mantengo mi compromiso para con esa persona, yo constituyo una reserva. La confianza que esa persona tiene en mí crece y yo puedo apelar a esa confianza muchísimas veces, en el caso de que la necesitara.
Incluso puedo equivocarme, y ese nivel de confianza, esa reserva emocional compensará la diferencia. Puede que mi comunicación no sea clara, pero usted me entenderá de todos modos. Cuando la cuenta de confianza es alta, la comunicación es fácil, instantánea y efectiva.
Pero si tengo costumbre de mostrarme descortés, e irrespetuoso, de interrumpir cada vez que me hablan, de exteriorizar reacciones desmesuradas, de ignorarlo, de comportarme arbitrariamente, de traicionar su confianza, de amenazarlo, si en su vida no valgo dos céntimos, finalmente mi cuenta bancaria emocional quedará al descubierto. El nivel de confianza será muy bajo, y no puedo esperar flexibilidad.
Todo lo que leemos en este párrafo nos demuestra, que partiendo de la base de que todo lo que sembramos es lo que recogemos. Podemos decir que no existe amistad sin confianza, ni confianza sin integridad.
En otras palabras amigos, procuremos hacer depósitos en las cuentas bancarias emocionales de las personas que amamos, de nuestros amigos, colegas y por qué no hasta de personas desconocidas, esto redundará en un incremento en el bienestar de nuestras relaciones interpersonales y este aspecto favorecerá enormemente tu vida y la de los demás.
Los retiros bancarios emocionales son inevitables, somos seres humanos, nos equivocamos, cometemos errores, decimos cosas indebidas, hacemos cosas de las que nos arrepentimos….pero tan pronto como te sea posible ¡corre! y haz tus depósitos bancarios emocionales, compensa de manera inmediata todos los retiros que has estado haciendo de esa cuenta tan especial, de ese ser querido que tanto te importa pero que de alguna forma haz estado atropellando con tus acciones, palabras u omisiones.
Tengo por costumbre, luego de haber cometido una falta que considero un retiro de esa cuenta emocional, inmediatamente compensar con al menos cinco actos amorosos dicho retiro, compenso con gestos, detalles, acciones inmediatas para hacerle saber al otro que lo siento, que me importa , que me equivoqué y que quiero empezar de nuevo sinceramente; esto es importante recalcarlo, si tu arrepentimiento no es sincero y tus actos son manipulativos, tu cuenta se sobregirara inmediatamente, la mentira y la manipulación no tienen cabida en este proceso.
* Hazle saber al otro que lo amas, demuéstraselo, y ten en cuenta si la persona es visual, auditiva o kinestésica porque si no, los depósitos no los reconocerá aun cuando los hayas estado efectuando.
* Hazle saber al otro que te importa, con detalles, con una flor, con una deliciosa comida, con una caricia sincera, con una carta de disculpas, pero por favor no te olvides de que el balance siempre, siempre te de positivo, con un superávit de caricias positivas tan grande que cuando te equivoques, el retiro no haga mella en tus relaciones.
seryhumano.com / Andrés Manuel Landaeta