Blas Pascal, el brillante intelectual del siglo XVII, hizo significativas contribuciones en los campos de la ciencia y las matemáticas. Estableció las bases para el desarrollo de las calculadoras mecánicas y las modernas operaciones hidráulicas.
Cuando era joven, Pascal tuvo un profundo encuentro con Jesucristo. Esta experiencia le cambió la vida y le motivó a re-enfocar su estudio, de la ciencia y las matemáticas, a la teología.
Pascal escribió una extraordinaria oración que puede ayudar a todo creyente al enfrentar las tareas de la vida. La oración dice así: “Señor, ayúdame a hacer lo grandioso como si fuera algo pequeño, ya que lo hago con TU poder; y lo pequeño como si fuera algo grandioso, ya que lo hago en TU nombre”.
La súplica de Pascal es profundamente bíblica. Pablo dijo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13) y nos exhorta con las palabras, “hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Pascal se hizo eco de estas exhortaciones a depender de Dios buscando Su poder y a considerar todo acto como importante, ya que esto dirá mucho de Su gloria.
La próxima vez que enfrentes una tarea enorme aparentemente insignificante, toma la determinación de hacerla con excelencia para la gloria de Dios.
Cómo lo dijo William Carey, espera grandes cosas de Dios, intenta grandes cosas para Dios.
Yosmar Herrera / Fuente: Nuestro Pan Diario
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