En el año de #MeToo y Time’s Up, la Academia no tomó en cuenta a Franco por su protagónico en “The Disaster Artist”. Eduardo Alcántara del portal de El Comercio, hace un análisis de su fallido camino al Oscar
Tras el escandaloso destape de acosos y abusos sexuales perpetrados por el productor Harvey Wenstein, y el actor Kevin Spacey, entre otros, era de esperarse que la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, que organiza los premios Oscar, iba a tratar de ser lo más políticamente correcta en esta edición.
Al igual que los Globos de Oro, donde el código de vestimenta fue el negro para solidarizarse con las víctimas del machismo y el abuso sexual, los Oscar no podían dejar pasar las acusaciones contra James Franco, quien aspiraba a una nominación a Mejor actor por su grandiosa interpretación en “The Disaster Artist”.
Durante la gala del 7 de enero, donde se alzó con una estatuilla, Franco fue acusado por tres actrices en redes sociales de acoso sexual. «James Franco acaba de ganar. Por favor, nunca me preguntes por qué dejé la industria del cine y la televisión«, escribió Ally Sheedy en su cuenta de Twitter, una de las actrices que trabajó con Franco en una obra de teatro en 2014. La gala de los Globo de Oro era reivindicadora, y el actor no solo vistió de negro, sino que también usó el pin del movimiento “Time’s Up”. ¿Hipocresía? Pues así lo cree la actriz Scarlett Johansson, quien al enterarse de las denuncias dijo: “Quiero mi pin de vuelta”.
seryhumano.com / Eduardo Alcántara