No esperes a que la vida se vuelva más fácil. Primero escoge la opción de ser feliz.
Recuerdo alguna vez haber esperado a que mi vida se volviera más fácil. Pensaba: “Cuando tenga menos problema seré más feliz”.
Después me percaté de algo fascinante. La gente más feliz que conocía tenía más problemas que yo.
Probablemente has notado lo mismo, que las personas han conseguido aprovechar la vida al máximo, con frecuencia se las han visto duras. Han perdido algún ser querido, han quebrado, han sufrido graves enfermedades y probablemente todavía tengan otros problemas.
La felicidad no te llega repentinamente como si fuera un tipo de “accidente”. Es una elección.
Hace poco tuve una conversación en la radio de Cleveland con una señora llamada Rena. Ella me dijo: “Acabo de divorciarme, actualmente enfrento una demanda, mi casa se quemó y mis doctores me informaron que mi cáncer reapareció por tercera vez”. Y añadió: “A pesar de todo esto soy feliz”.
Si despiertas diciendo: “Ojalá tenga un buen día para poder ser feliz”, nunca lo serás.
EN DOS PALABRAS
No se encuentra la felicidad en la ausencia de los problemas.
Se encuentra a pesar de los problemas.
seryhumano.com / Andrew Matthews
