La higiene y aseo personal son aspectos de la intimidad de una persona. Pero no debemos olvidar que esa higiene tiene una gran repercusión en la vida social y la relación con las demás personas.
Una persona desaliñada, con mal aspecto, que no se ha bañado puede sufrir el rechazo de terceros, causando malestar. Las prácticas higiénicas deben desarrollarse en la intimidad, salvo causa de fuerza mayor. Por lo tanto, nada de usar la seda dental o los palillos en público, tampoco limpiarse las uñas con cualquier objeto y otros comportamientos similares igual de incorrectos y repugnantes.
La higiene es una tarea diaria y no solo para hacerlo de vez en cuando. Es decir, no podemos pasar por alto asearnos de pies a cabeza. La higiene forma parte de la educación básica de la persona y los buenos hábitos se aprenden desde pequeños. Un niño que se asea a diario y se ducha todos los días, difícilmente sea un adulto descuidado en su aseo personal.
Y ¿Quién le dedica más tiempo al aseo y el cuidado corporal?
Veamos una curiosa estadística:
Los turcos son los habitantes del planeta que más tiempo dedican a lavarse, elegir qué ropa ponerse, vestirse, peinarse, depilarse, maquillarse, perfumarse, limpiarse el cutis, etc. En todo ello invierten un total de 18,8 horas a la semana, es decir, algo más de dos horas y media diaria, según un estudio británico dado a conocer en la revista Social Indicators Research.
El segundo puesto en el ranking le corresponde a los coreanos, que se ocupan del cuidado corporal durante 8,8 horas semanales, casi la mitad de tiempo que los turcos.
Le siguen de cerca los japoneses (7,7 horas), los brasileños (7,2 horas) y, en quinta posición, los italianos (7,1 horas).
seryhumano.com
Fuentes: estilosalta.com y muyinteresante.com