Iniciar una nueva etapa nos permite tener un sentido mágico de renovación y la oportunidad de empezar de nuevo.
Al tener un nuevo comienzo nos llenamos de coraje y nos decimos que vamos a empezar a hacer más de las cosas que queremos y menos de las cosas que no importan.
Este es un buen momento para recordarnos que los propósitos que tenemos deben ser decisiones que podamos mantener. Así que haz una revisión y deja de hacer cosas que ya no tienen interés para ti, sigue hacia adelante y confía en que lo mejor está por venir.
Deja de presumir y decirles todo a todos
El mundo no necesita saber todo lo que haces. Las mujeres hablamos mucho porque es la base de nuestra vida social. Incluso podemos haber aprendido que presumir es natural en una ‘princesa’, pero no debemos olvidar que lo más importante es cuidar de nuestras amistades, nutrir esas relaciones, y para ello no hace falta informarles de todo lo que sucede en nuestra vida.
Deja de compararte con los demás
Todos pasamos demasiado tiempo comparando nuestras vidas con las de los demás; sin embargo, olvidamos –por ejemplo– que las imágenes que vemos en las cuentas de Instagram y Facebook de otros, son imágenes editadas y las personas pasaron tiempo seleccionándolas para destacar un momento de sus vidas. Tus propios momentos son únicos y sólo tuyos.
Deja de preocuparte por lo que otros piensan de ti
La gente te va a juzgar, independientemente de lo que hagas, así que haz lo que quieras. No hay nada de malo en crear tu propio camino. No tienes que hacer las cosas que otros intentan por amor o deseo. Iniciar un blog, escribir un artículo o usar un atuendo del que dudaste.
Deja de esperar
Si no tomas las oportunidades o arriesgas todo ahora, ¿cuándo lo harás? Siempre será difícil encontrar el tiempo adecuado, así que empieza ahora y ve a buscar lo que quieres. O puedes esperar, pero quizá sea demasiado tarde.
Deja de dudar y atrévete
Si tienes una idea o un sentimiento que sigue volviendo, es por una razón. Haz que suceda. Puede tratarse de una oportunidad en un millón o de una corazonada que cambiará tu vida. Sólo tú sabes lo que tu espíritu anhela, y eres tú quien decide tu futuro.
Deja de ser indiferente
Estamos todos juntos en esto. Cuando le das al mundo lo mejor que tienes, lo mejor viene para ti. Sé buena con la gente. La popularidad se desvanece, la bondad te conducirá hacia experiencias valiosas.
Deja de sentir lástima por ti misma
No eres una víctima. Si te encuentras constantemente rodeada de drama, es porque tú lo permites.
Nunca serás capaz de controlar lo que otros hacen, sin embargo, tienes el completo control de la forma en la que vas a reaccionar. Date cuenta de que puedes superar los tiempos difíciles. En lugar de compadecerte y permanecer inmóvil, puedes aceptar el hecho de que sólo tú puedes cambiar tus pensamientos y tus experiencias.
Deja de ser un obstáculo en tu propio camino
Los pensamientos que tienes en tu cabeza son los que afectan tu vida para bien o para mal. Asegúrate de que tu peor enemigo no esté dentro de tus propios oídos. Sigue tu intuición y aprende que nada de lo que permanece comienza por la fuerza: si tienes que forzarlo, olvídalo. Escucha a tu corazón.
Deja de tener sentimientos de culpa
La vida cambia y nosotros también. Es natural que lo que deseas o experimentas sea distinto a los 18, 21, 25 o 35 años. Pero si permaneces donde estás y vives con culpa o miedo, te garantizo que no irás a ninguna parte. Permítete seguir adelante y perder al mismo tiempo: deja atrás ese algo o alguien que te hace débil para que tu vida sea real.
No sobrevalores el dinero y los bienes materiales
Que tengas un buen salario no equivale a que ese trabajo te haga sentir completa. Tener una pareja con un buen coche no es igual que tener una vida de felicidad.
Elije un trabajo que te dará experiencia, oportunidades y un espacio de crecimiento profesional y personal. Elije una relación que se base en querer el corazón de esa persona, no en querer su cuenta bancaria.
Deja de sentirte obligada
No tomes decisiones basadas en lo que piensas que debes hacer. No tomes consejos de personas que no tendrán que vivir con el resultado de tu decisión. Toma decisiones basadas en lo que tú quieres hacer. Es tu vida y tendrás que vivir con las decisiones que tomas.
Deja de decir “sí” todo el tiempo
‘No’ es una frase completa. No le debes explicaciones a nadie por no querer salir, ir a tomar algo, quedarte a pasar la noche o asistir a una reunión.
Decir ‘sí’, nos hace sentirnos generosos, comprensivos y educados, pero hay momentos en los que al decir ‘sí’ a los otros, nos estamos diciendo ‘no’ a nosotros mismos.
Deja de pensar que todo es una competencia
La verdadera definición de poder es cuánto puedes dar a los otros, y no sólo monetariamente. Ser poderoso es como tener clase: si tienes que decírselo a la gente, no la tienes. La vida es una competencia contigo mismo, no con los demás.
Deja de tratar de ser como los demás
De una vez por todas, sé dueña de quien eres y de dónde has estado. No tengas miedo de contar tu historia, que es única.
Deja de pensar que tienes que hacerlo bien al primer intento
No hay una guía o fórmula perfecta y, a menudo, la vida funciona más como un proceso de eliminación para averiguar lo que queremos. Una apuesta segura es, sin embargo, aprender más acerca de nosotros mismos y de las cosas que nos hacen realmente felices todos los días, y lo más importante, las cosas que no lo hacen.
Al igual que la lente de una cámara, tú tienes el poder de ajustar tu visión. Incluso en los días de oscuridad, donde no puedes ver nada, sólo tienes que seguir adelante. Es la única y segura dirección.
seryhumano.com / Valeria Calderón
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