En SeaWorld, el parque temático más representativo de los espectáculos con orcas las cosas van a cambiar, y mucho. “La era de las orcas en cautividad ha iniciado su cuenta atrás”, han anunciado en un comunicado en el que se comprometen a dejar de reproducirlas en cautividad, y a no organizar espectáculos con ellas.
El famoso parque ha dado su brazo a torcer. Tras años de presiones y denuncias por parte de las asociaciones, han decidido poner fin a su controvertido programa de reproducción de orcas, una de las principales demandas de las asociaciones de defensa de los animales.
Una gran victoria
Su campaña contra SeaWorld ha conseguido su objetivo por triple partida: no a la cría de orcas, no a su captura y también no a los tradicionales espectáculos con ellas. Solo se exhibirán las que actualmente están en cautividad, puesto que no pueden liberarse sin que su vida corra peligro, y se hará de un modo menos agresivo para los animales.
Además, SeaWorld se ha comprometido a donar 50 millones de dólares en los próximos cinco años para ayudar a reinserción de animales marinos. A su vez, el dinero se empleará en financiar una campaña de sensibilización junto con PETA y The Humane Society of the United States.
Blackfish, un documental decisivo
Para llegar hasta aquí ha habido que batallar mucho. Las asociaciones proteccionistas no han dejado de hacerlo, y gracias a ello están empezando a recoger frutos.
El documental “Blackfish” (2013) marcó un antes y un después. En la cinta se denuncian las duras condiciones de vida de las orcas en cautividad. Se decidió hacer tras el suceso protagonizado por una de ellas, Tilikum, una orca que mató a su adiestradora en pleno espectáculo en Orlando.
Fue en febrero de 2010, en el SeaWorld Shamu Stadium, en Florida, y el suceso le costó la vida a Dawn Brancheau, una experimentada entrenadora, cuando ambas descansaban de la exhibición. Ya desde entonces las opiniones de los expertos daban pistas sobre la causa del ataque.
Russ Rector, ex entrenador de delfines, está convencido de que el cautiverio hace peligrosas a las orcas. “Es algo abusivo en estos animales, son tan grandes que pueden ser tan peligrosos como un arma de fuego”.
Nancy Negro, experta en orcas, piensa que Tilikum podría haber estado jugando. “Son criaturas muy inteligentes, tienen emociones y sentimientos. Tal vez fue infeliz en la situación del cautiverio, tal vez se aburría, pero no pretendía herirla”.
Unas criaturas con emociones
En efecto, la biología marina no duda en afirmar que la situación de cautiverio es una tremenda crueldad. Tener como hábitat pequeñas piscinas supone infligir un grave maltrato a estas criaturas de gran inteligencia, que tienen emociones y sentimientos.
Pero no solo eso. Además, son animales muy inteligentes, que no llevan nada bien la vida en cautiverio. De hecho, en estado salvaje no se han registrado ataques a personas. Por el contrario, el aislamiento que supone para ellas la captura y cautiverio durante años en un tanque de agua puede volverlas locas, apunta el neurocientífico Lori Marino.
Una resonancia magnética efectuada en el cerebro de una orca por Lori y su equipo descubrió “un potencial de inteligencia asombroso” en estos animales, que mantienen relaciones sociales complejas y tienen grandes habilidades de comunicación.
De este modo, se entiende que un cautiverio que las hace morir en vida y en ocasiones también matan como consecuencia de una situación estresante que las supera. Lejos de ser un espectáculo hermoso, divertido e interesante es simplemente un abuso y, sobre todo, un lucrativo negocio que podría tener los días contados.
¿Para cuándo el fin de la cautividad?
Sin embargo, todavía hay mucho que hacer. Aunque la decisión de SeaWorld supone un paso de gigante para conseguir que las orcas no se capturen para fines lúdicos, la medida solo afecta a esta cadena de parques.
No ocurre lo mismo en el resto del mundo. No, al menos, por ahora. Países emergentes como China, India y o tras naciones del Golfo Pérsico o del continente africano apuestan fuerte por este tipo de espectáculos.
En lo que respecta a SeaWorld, no cabe duda de que se trata de un increíble avance. El anuncio hecho por la empresa significa que no habrá orcas en cautividad en los Estados Unidos. El parque de atracciones ha detenido tanto su captura de animales en el medio natural como su nacimiento y cría en acuarios para su uso en espectáculos.
La medida se aplicará en todos los parques de SeaWorld del mundo, entre otros los parques de San Diego, San Antonio y Orlando, en Estados Unidos. Por otro lado, las orcas que se encuentran en los acuarios del parque no se liberarán. Son un total de 23 ballenas que no podrán devolverse al mar, tanto por haber nacido en cautividad como por los “problemas de supervivencia” que tendrían.
“Nuestros animales no sobrevivirían”, explica la nota difundida por la empresa. Por lo tanto, han decidido que los visitantes podrán seguir observándolos hasta que la generación actual desaparezca.
Son animales de 1 a 51 años, y una de las ballenas está a punto de dar a luz. Por su parte, Tilikum está enferma a consecuencia de una infección bacteriana, explican desde SeaWorld.
Por lo tanto, seguirá habiendo espectáculos en los parques de SeaWorld durante años, lo que no sabemos es el tenor de los mismos, ni si se seguirán realizando siguiendo los métodos de entrenamiento tradicionales.
Recordemos que SeaWorld ya anunció cambios en noviembre del 2015, como respuesta al impacto que tuvo el documental “Blackfish” en una merma significativa de sus beneficios. Entonces no se aclaró qué se iba a hacer exactamente, anunciando “una nueva experiencia con las orcas”.
Se avanzó que los espectáculos tradicionales se suprimirían desde 2016, sustituyéndolos por otros que se caracterizarían por ser “informativos y desarrollados en un medio más natural”.
Por último, los defensores de los animales siguen luchando por el bienestar de otros animales que se encuentran en el SeaWorld. Ya en 2010 PETA denunció “una interminable lista” de sospechosas muertes en dicho parque.
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