Aristóteles ya hablaba de dos tipos de felicidad, la vinculada con alcanzar el éxito y la vinculada con nuestro bienestar personal.
Hoy en día existe respaldo científico para determinar todo lo que tenemos que hacer para mejorar nuestra capacidad de bienestar físico, emocional psicológico y mental.
Está demostrado que la felicidad es un estado – proceso que se construye siempre a partir de cada persona y desde el interior y la decisión consciente de cada ser humano.
Acá una serie de pasos para lograr este estado – proceso de felicidad:
Ayudar o hacer felices a otras personas. Ayudar nos proporciona satisfacción y aumenta nuestra autoestima al aumentar nuestra confianza.
Aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos. El gran paso para ser feliz es reconocer lo importantes que somos, aceptarnos y tener una autoestima sana.
Evitar la Envidia. Tener envidia de los demás destruye la felicidad propia e incrementa las emociones negativas.
Comenzar el día de manera positiva y reconocer que los problemas son pasajeros y que siempre nos llevan a mejorar y a superarnos.
Evitar el rencor. El odio y el resentimiento, sólo nos perjudica a nosotros mismos y no nos aporta nada.
Ejercitar el humor. Tratar de reír lo máximo posible, ya sea con los amigos, viendo películas, series, contando chistes o cualquier otra cosa que ayude a mejorar el ánimo.
Perdonar y superar. No dejar que situaciones pasadas continúen perjudicándonos. El perdón es una buena manera de librarse de ello.
Actitud Positiva y Esperanzadora. El optimismo y una actitud de confianza nos ayudan a ser más felices, incluso en momentos de dificultad.
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