Cuando los adultos pensamos en hacer deporte nos imaginamos sudando en un gimnasio lleno de máquinas. Pero para los niños hacer ejercicio significa jugar y estar físicamente activos. Ellos practican deporte simplemente jugando en el recreo del cole, al correr detrás de sus compañeros o montando en bici. El ejercicio ayuda a los niños a desarrollarse física y mentalmente, a estar sanos y a relacionarse de una forma saludable con otros compañeros.
La práctica de una actividad física forma parte de la vida de los niños, como la alimentación o el sueño. Los músculos se desarrollan funcionando y sin actividad deportiva el corazón se fatiga mucho más rápido. Sin embargo muchos padres se plantean dudas sobre qué deporte inculcar a sus hijos o qué edad debe ser la idónea para comenzar y más aún si desean que su hijo sea una estrella en la cancha.
Los beneficios en la práctica de un deporte son innumerables pero ante todo el niño debe divertirse con él, además:
• Fortalece los músculos y huesos
• Previene la obesidad
• Previene el riesgo de enfermedades tales como la diabetes
• Puede corregir posibles defectos físicos
• Enseña a seguir reglas
• Ayuda a relacionarse con los demás
• Ayuda a coordinar sus movimientos
• Ayuda a ingresar en la sociedad, haciéndole más colaborador y menos individual
• Potencia la creación y regularización de hábitos
• Estimula la higiene y la salud
• Duermen mejor y son capaces de enfrentarse mejor a los pequeños retos de la vida cotidiana
Precauciones
A pesar de los beneficios que se obtienen de la actividad física durante la niñez, hay que tener en cuenta ciertas precauciones, ya que cuando se superan los límites máximos permitidos con posturas incorrectas o cargas excesivas, pueden producirse efectos negativos. Por esta razón es muy importante que el deporte infantil esté supervisado y sea impartido por educadores especializados, capaces de adaptar la actividad física de acuerdo a la edad y la condición física del menor, evitando que sus efectos puedan influir negativamente en el desarrollo del niño.
La motivación debe dictar la elección de una actividad deportiva. Lo primordial es que al niño le guste ese deporte. Los padres le pueden animar a practicarlo, pero nunca obligarle. Es normal que a un niño le llame la atención un determinado deporte influido por sus amigos o por los medios de comunicación. ¿Qué niño no quiere ser piloto de Fórmula 1 o ciclista cada verano del tour o futbolista en la final de la Champions League? Debemos por lo tanto atender a los gustos del niño, pero siempre tratando de tener en cuenta otros criterios de elección. La cercanía de las instalaciones o polideportivos es un condicionante si el niño va a practicar un deporte con frecuencia. El carácter del pequeño, es otro factor importante; si un niño es tímido, por ejemplo, deberá ser orientado hacia deportes de equipo como el baloncesto, en el que no sea necesario que esté solo en una cancha. A los niños agresivos se les aconseja los deportes de combate como el judo, que le permitan luchar y canalizar su energía por medio de un juego con reglas.
Todos los deportes son buenos independientemente de la edad. El único contraindicado es la musculación, ya que puede dañar los cartílagos, en plena fase de desarrollo. José Alfonso Rodríguez, profesor de Educación Física, insiste en que “no debemos hablar de deporte propiamente dicho al referirnos a niños de hasta 6 años, sino de actividades en las que el pequeño desarrolle toda su movilidad muscular: carreras, saltos, equilibrios, actividades acuáticas… pero siempre de una forma lúdica y adaptada y nunca como una competición deportiva”. Sí aconseja, en cambio, realizar una actividad física “cuanto antes mejor, pero variada y lúdica, adaptada a la morfología y fisiología del niño”.
Si bien existen deportes en los que un niño puede iniciarse a una edad más temprana, el esquí, la gimnasia o la natación son más fáciles para un niño pequeño, pero cada uno tiene unas características que le dotan de unas ventajas sobre otros.
Sin embargo es cierto que muchos niños desarrollan muy pronto unas aptitudes que hacen que demanden la práctica de un deporte antes que otros y en estos casos el niño también debe desarrollarse en el juego al principio, después podrá ejecutar actividades predeportivas, continuar realizando varios deportes a la vez y finalizar con la especialización en uno solo, que nunca debería realizarse hasta que el niño resulte enriquecido motrizmente con juegos y actividades físicas. Los profesionales de la Educación Física se encargarán de orientarlos hacia la especialidad deportiva en la que el niño pueda destacar, pero una especialidad reglada y competitiva nunca debe plantearse antes de haber adquirido una madurez fisiológica y motriz, esto es, antes de los 11 años.
La actividad física de alta competición requiere un compromiso permanente del niño con el entrenamiento, el juego que éste realiza inicialmente deja de serlo para convertirse en una obligación, los horarios son estrictos y las lesiones se convierten en parte de su vida. En estos casos los niños que no están preparados psicológicamente pueden presentar traumas, muchas veces son reforzados por las ansias de triunfo de algunos padres, que deberán preguntarse si están dispuestos a asumir estos riesgos. Juan Barberá, Director de la Escuela Madrileña de Gimnasia y del Comité de Gimnasia Aeróbica sabe que estos niños deben tener algo más que talento para el deporte: “No sólo tienen que despuntar físicamente. Generalmente son más maduros mentalmente. Y más que aptitudes físicas lo que estos niños tienen en común es tesón”.
Sugerencias
Baloncesto y fútbol
Son deportes de equipo que desarrollan la velocidad, la resistencia, la coordinación de movimientos, las reglas, el respeto al adversario y el trabajo en equipo. Se recomienda iniciarse a partir de los 5 años (baby-basket, baby-fútbol)
Natación
Suele ser el deporte más adecuado para niños de muy corta edad. Mientras el niño no tenga edad suficiente para jugar a otras actividades, el agua se presenta muy accesible, ya que no hace daño, mantiene su peso y puede desplazarse por sí mismo aunque todavía no se mantenga en pie en tierra firme Los bebés desarrollan toda su psicomotricidad en el agua. Aumentan su equilibrio, los reflejos y se enriquece la seguridad en sí mismo. La edad idónea para la natación se a partir de los 4 años. Antes pueden aprender a desplazarse y a comportarse frente al medio.
Ciclismo
Es idóneo para desarrollar la resistencia cardiovascular del niño y reforzar sus músculos y las articulaciones de sus miembros inferiores. Es a partir de los 4 ó 5 años cuando los niños aprenden a montar en bicicleta, y aunque no podrá apuntarse a una escuela hasta más adelante, sí podrá iniciarse en sus primeras travesías.
Equitación
Permite adquirir un buen equilibrio, flexibilidad y una buena sujeción vertebral. Favorece el aprendizaje de responsabilidades y le permite descubrir la naturaleza a través del contacto con el animal. La iniciación a la equitación puede empezar con ponys a partir de los 3 ó 4 años.
Esquí o snowboard
Son deportes que favorecen el equilibrio, la adquisición de reflejos, el sentido de la orientación, etc. Desarrollan la resistencia y hacen trabajar el corazón y el aparato respiratorio. Favorecen el contacto con la naturaleza, el compañerismo y que los niños se “despeguen” del seno familiar, ya que inician sus primeros viajes sin sus padres. Pueden comenzar a los 2 ó 3 años, se pueden iniciar desde que aprenden a andar. Aunque los deportes de nieve son estacionales, cada vez son más demandados por los más pequeños, que pueden practicarlos durante todo el año en parques de nieve artificial.
Judo y kárate
Son deportes de combate, que desarrollan la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio. Permiten a niños hiperactivos canalizar su energía y agresividad. Les enseña a defenderse, por lo que les aporta confianza y seguridad. Favorece la disciplina y el respeto por el adversario. Puede comenzar a practicarse a partir de los 5 años, en el marco de una práctica lúdica.
Gimnasia
Tiene varias disciplinas (rítmica, acrobática, artística, aeróbic). Es un deporte muy completo que permite un desarrollo armonioso de todo el cuerpo. Se recomienda comenzar su entrenamiento a partir de los 3 años, siempre y cuando los padres estén informados de que esas clases no son de gimnasia específica, si no clases de psicomotricidad, dónde se trabajan más las aptitudes de coordinación de forma lúdica.
Tenis
Desarrolla la coordinación, la resistencia, la velocidad. Agudiza los reflejos y mejora la concentración. Se puede empezar a pelotear a partir de los 5 años en canchas de dimensiones adaptadas a niños pequeños
Danza
Existen diferentes tipos y disciplinas. Es uno de los deportes más completos en cuanto que ejercita armónicamente todo el cuerpo. Desarrolla la flexibilidad, el sentido del ritmo, la coordinación de los movimientos, etc. Inculca disciplina y autocontrol. Pueden iniciarse a los 3 ó 4 años de edad.
Campeones precoces
• La primera vez que Dani Pedrosa se subió a una moto tenía 4 años. Le siguieron los circuitos y las carreras entre amigos, siempre como diversión y sin imaginar siquiera lo que le iba a deparar el destino.
• Fernando Alonso tenía 3 años, cuando se subió a un kart por primera vez, y lo que comenzó como un capricho paterno despertó en el niño una pasión por los circuitos que le ha llevado a batir récords.
• Aunque desde muy pequeño empezó a interesarse por otros deportes como el fútbol o el baloncesto, Rafa Nadal juega al tenis desde los 4 años y a los 8 años ya ganó su primer campeonato.
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